Alcanzar Nuestras Metas, ¿Energía Mental traducida a Energía Física?.
Energía mental y energía psicológica.
Cuando hablamos de alcanzar nuestras metas, comúnmente hablamos en términos que se relacionan con energía. Pensamos en como nos energizamos o motivamos para empezar con nuestros proyectos. Los psicólogos se refieren a ésta energía relacionada con alcanzar metas como motivación.
¿Es ésta energía mental sólo una metáfora? Es decir, ¿son éstas metas sólo una motivación mental, o es que se puede trasladar de lo psicológico al resto del cuerpo?
Ésta pregunta fue explorada en papel para la edición de Febrero, 2014 del Personality and Social Psychology Bulletin por Timur Sevincer, Daniel Busatta, y Gabriele Oettingen.
En un estudio, observaron un método que Gabriele Oettingen y sus colegas han utilizado en varias ocasiones en el pasado para estudiar la excitación-motivación de las metas. Sus trabajos muestran que, un buena manera para energizar-motivar una meta es hacer un contraste mental. Primero, pensar en el futuro deseado que quieres alcanzar. Después, pensar sobre tu posición en el presente en relación a esa meta. Para la gente que cree que la meta se puede alcanzar, éste contraste mental es una manera eficiente para motivarte-energizarte para alcanzarla. Pero, para la gente que cree que su meta es imposible de alcanzar, éste tipo de contraste mental hace que la gente se sienta menos motivada en alcanzarla.
En éste estudio, los investigadores vincularon ésta clase de energía mental a la energía psicológica usando los cambios en la presión sistólica de la sangre. En un estudio, estudiantes de universidad fueron llevados al laboratorio para medir su presión sanguínea. También realizaron una prueba con una agarradera de metal con la que los investigadores midieron el tiempo que los estudiantes podían mantener la agarradera cerrada. Esta prueba es usada comúnmente en experimentos psicológicos como medida del esfuerzo físico.
Después, se dijo a los participantes que tenían que escribir un ensayo ficticio sobre su admisión después de graduados. Se calificó que tan bien pensaron si podrían hacer la prueba. Ésta fue la medida de su creencia en el éxito o el fracaso de ésta meta.
En seguida, algunos de los participantes hicieron el ejercicio del contraste mental en el cuál pensaron en un aspecto de su personalidad como la confianza en sí mismos y se enfocaron primero en escribir el ensayo les haría sentir en el futuro. Entonces, pensaron en un aspecto de sí mismos en el ahora. Un segundo grupo pensó solamente en el futuro. Un tercer grupo se enfocó en interacciones con un maestro no relacionadas con el ensayo.
Después de estos ejercicios, se les midió a los participantes por segunda vez la presión sanguínea. También hicieron la prueba de la agarradera. Los participantes no hicieron ningún ensayo en realidad.
Los participantes enfocados en el futuro y en condiciones de control no mostraron ninguna tendencia particular a la hora de los resultados. Su presión sanguínea sistólica no recibió ninguna influencia particular por sus pensamientos, y no hubo ningún cambio mayor a la hora de mantener cerrada la agarradera metálica.
Los participantes que realizaron el ejercicio de contraste mental mostraron una tendencia interesante. Los que pensaron que no podrían cumplir con el ensayo, mostraron una baja presión sistólica sanguínea. Los que pensaron que la meta era alcanzable, mostraron una presión sanguínea más alta en promedio. Se observó la misma tendencia con la agarradera metálica. Los que pensaron que no podrían alcanzar la meta mantuvieron la agarradera cerrada por un menor periodo de tiempo en comparación con el tiempo obtenido la primera vez, pero aquellos que pensaron que la meta era alcanzable mantuvieron cerrada la agarradera por un periodo de tiempo más largo.
Éste estudio sugiere que la motivación-energía que obtenemos con las metas que alcanzamos o que podemos alcanzar crea una energía psicológica. Ésta energía es reflejada tanto en el cambio en la presión sanguínea como en la habilidad para las pruebas físicas.
*Nota del traductor: Creo que éste estudio nos demuestra primero que nada la conexión entre mente y cuerpo, y nos sugiere que a la hora de planear nuestro día a día, o nuestro futuro hay que tener metas, pero metas que podamos alcanzar, poco a poco podemos ir aprovechando la motivación y la energía que nos dan aquellas metas que vamos alcanzando en nuestro viaje, la metáfora de la tortuga y la liebre, el refrán «no por mucho madrugar amanece más temprano» etc.
Fuente: Psychology Today
traducido por @MudoZeitgeist para Un Tipo de Traje y Corbata.
Comentarios
Publicar un comentario